Tiempo de elaboración: 1h 30'
Grado de dificultad: Medio
¡Que viva el comer sano, que viva la dieta flexible, que vivan los dulces sin culpa! Esta receta la podéis hacer en versión tarta o en versión pastelitos individuales.
Ingredientes:
– 4 yogures cremosos desnatados
– 12 láminas de gelatina neutra
– Edulcorante liquido
Preparación:
Esta es una tarta que hay que hacer con cariño y paciencia, porque va por capas. Lo primero que haremos será hacer la mezcla de la TARTA DE QUESO AL HORNO y verterla en un gran molde, de forma que cubra como un dedo de alto o un pelín más.
La meteremos en el horno previamente precalentado a 200ºC, durante más o menos 1h (ir vigilando que no se queme).
Sacamos y metemos en el frigo a que enfríe un poco mientras preparamos la crema.
Batimos el queso de untar y los yogures, (aquí, unas gotitas de esencia de vainilla pueden darle un toque muy bueno).
Hidratamos, en un plato con agua del tiempo, todas las láminas de gelatina (las 18). Calentamos un dedito de agua en un vaso y cuando ya están blandas, las disolvemos una a una en ese agua caliente, hasta tener un líquido denso….verteremos dos terceras partes de la gelatina líquida y batiremos con la crema.
Añadimos edulcorante al gusto y vertemos la crema en el primer molde, sobre la capa de tarta de queso al horno. Reservamos en el frigo.
Ahora preparamos las natillas. Tal y como viene en las instrucciones: 1.- Del medio litro de leche separamos un vaso, el resto lo calentamos. 2.- Disolvemos medio sobre de preparado de natillas en el vaso y una vez disuelto lo añadimos al resto de leche caliente (casi hirviendo) removiendo bien para que no haya grumos. 3.- Vertemos el resto de la gelatina. 4.- Añadimos edulcorante al gusto.
Esta es la tercera capa, la vertemos cubriendo la tarta (o los “pastelitos”) y dejamos todo enfriar, al menos 1h. A la hora de servir, podemos rallar encima chocolate negro o espolvorear canela.